Raedera
Con la colaboración de la línea de Arqueología y Patrimonio del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, CIEP, presentamos este mes un objeto arqueológico denominado Raedera.
Tiene una edad precisa de 12 mil años de antigüedad, información que se conoce ya que fue registrada en excavación del sitio Cueva de la Vieja, en el Valle de Ñirehuao, donde pudo ser datado el piso donde apareció.
Se trata así, de una de las piezas de mayor antigüedad encontradas hasta ahora en Aysén, datada hacia la transición entre el Pleistoceno y el Holoceno, periodo cuando ocurrieron los cambios más drásticos en el clima, ambiente, la biota y vegetación de la historia reciente.
La raedera se encuentra confeccionada sobre una gran lasca o fragmento de piedra que se extrajo de un guijarro de basalto de grano fino.Se observan retoques toscos a lo largo de todo un borde, los que conforman un filo curvo y amplio, adecuado para destazar, separar cuero y desarticular miembros de las presas consumidas.
Este tipo de piezas aparecen en toda Patagonia asociadas a los primeros pobladores. Son toscas herramientas que cumplieron múltiples funciones como raer, raspar y cortar. No es la única en el sitio, sino que apareció junto a otra pieza, un raspador, confeccionado con la exacta misma materia prima, incluso probablemente tallada desde el mismo núcleo de la que se desprendieron los fragmentos.
Al estar hechas de la misma roca muestran que los ocupantes las hicieron en el mismo momento; quizás desde un guijarro encontrado próximo al sitio. Ambas herramientas tienen poco trabajo en sus márgenes y probablemente las descartaron rápidamente, una vez que su uso concluyó.
Esto sugiere, junto con otros antecedentes, como la poca diversidad de rocas, el uso de un fogón muy pequeño, otras pocas herramientas y la ocupación de un espacio pequeño dentro de la cueva, que los cazadores recolectores estuvieron en el campamento por muy poco tiempo. Esta gran movilidad es propia de grupos que se encontraban explorando por vez primera territorios desconocidos. Fueron quizás los primeros en visitar Aysén.