Guitarra
Se trata de una guitarra fabricada con técnicas tremendamente rudimentarias, lo cual le otorga un aspecto tosco, aunque con cierta belleza que resalta su carga histórica.
Los primeros indicios de la guitarra se remontan al menos al año 1000 AC, y en la forma que actualmente le conocemos alrededor del siglo XVI. La estructura básica considera un clavijero para la tensión de las cuerdas, las que recorren un mástil (o brazo) y terminan en un puente. Su forma tan característica se la da su cuerpo sinuoso curvo o caja, y la roseta o agujero que facilita la amplificación del sonido. En la forma tradicional las guitarras llevan seis cuerdas.
En primera instancia no tenemos información disponible de la guitarra. Sin embargo, las primeras investigaciones de este objeto llevadas adelante en el Área de Colecciones del Museo Regional de Aysén, indican que su fabricante contaba al menos con un dominio básico en su construcción. También empleó un único tronco esculpido a mano, probablemente con hacha y cuchillo, para el cuerpo y el mástil. El clavijero fue añadido después. El análisis muestra además que habría empleado únicamente clavos en las uniones no observándose restos de adhesivos. Algunas evidencias de desgaste en el diapasón, típicos por un uso extendido en el tiempo, confirman que el instrumento fue en una época completamente funcional.
El fabricante de esta guitarra empleó las maderas que encontró, y adaptó herramientas e incluso posibles utensilios para poder materializar su importante proyecto. Una cejilla improvisada, a partir de lo que creemos es un fragmento de peineta antigua (no está claro si fue un reemplazo), ejemplifica el ingenio y la forma de fabricación y reparación adaptativa de este instrumento.
No hay duda de que esta tarea le habría tomado muchas jornadas. ¿Cuando se fabricó?, ¿cuánto tiempo tardó?, ¿participaron más personas?, son aún temas inexplorados. Cómo sonó la primera vez y qué canciones entonó, también son un completo misterio, pero ciertamente esta guitarra animó las labores, momentos de recreación improvisada y probablemente algunas fiestas en los primeros años de Aysén.
Esperamos más adelante recrear su uso y comprender mejor su elaboración siguiendo las huellas dejadas en el objeto.
Agradecemos a Leo Montiel, Músico y Luthier, por sus valiosos comentarios.