
A través de un panorama de cuatro sitios arqueológicos, cada uno vinculado a distintos elementos culturales y naturales, se convoca a imaginar las conexiones en el tiempo profundo, en este espacio común que llamamos Aysén. El primer poblamiento de Patagonia fue un lento proceso de miles de años, donde áreas con grandes glaciares, como Aysén, tardaron más en desarrollar ambientes con recursos idóneos para la vida humana. Pocas herramientas y restos de fogones fueron registrados en lo más profundo de los depósitos, señalando el inicio de la presencia humana.