El sábado 22 de abril a las 12:30 horas se inaugurará "Canto de Barro", una nueva exposición temporal, en la sala Bodega del Museo Regional de Aysén.  

Esta propuesta es el resultado de un diálogo entre dos prácticas de alfarería contemporánea: los cántaros del Comité de Artesanas Chëwachëkena de Puerto Ingeniero Ibáñez, y la propuesta Cantarino de Francisca Gili, que reinterpreta desde la cerámica contemporánea la tradición de las botellas silbadoras prehispánicas andinas.

Los cántaros del Comité de Artesanas Chëwachëkena son una artesanía local que se originó gracias al impulso del padre Antonio Ronchi, misionero italiano que promovió en la localidad capacitaciones en oficios, incluyendo la alfarería con greda. Pedro Isla, artista, artesano y maestro, fue el encargado de diseñar una serie de artesanía local y enseñarla a las mujeres en el contexto del Programa Empleo Mínimo (PEM) cuando el desempleo azotaba los primeros años de la dictadura. Estas obras se inspiran en la identidad colectiva determinada por el paisaje y la herencia cultural de ese territorio.

Por su parte, "Cantarino" es una serie de cuerpos cerámicos creados por Francisca Gili que reinterpretan y transmiten las experiencias sensoriales aprendidas de las botellas silbadoras prehispánicas. Esta tecnología se desarrolló hace más de 3000 años en la cultura chorrera y se extendió geográfica y temporalmente por la costa andina hasta la colonia. Cantarino es una serie inspirada desde las ontologías amerindias para crear conexiones y establecer un puente afectivo con las formas indígenas de conocer, estar y habitar que aún perviven en nuestro territorio.

En "Canto de Barro" ambas tradiciones conversan y se crean una nueva serie cerámica colaborativa. Como señala la curadora de la muestra, Carolina Arévalo, "...estas nuevas obras son la creación conjunta de cántaros que toman las cualidades formales de las cerámicas de Río Ibáñez y que adoptan las tecnologías sonoras de la serie "Cantarino" de Gili, integrando silbatos que pueden sonar con el soplo humano y por el vaivén de los líquidos en su interior". En conjunto estas obras cantan en este espacio de encuentro y de convivencia de la diferencia mediante el registro en video del artista  Rafael Guendelman.

La instalación es una oportunidad única para apreciar la belleza y la creatividad que emerge desde distintos lugares y tiempos en nuestra cordillera de Los Andes.

La exposición podrá ser visitada hasta el sábado 8 de julio de 2023.