Las fibras vegetales, utilizadas históricamente en labores campesinas para la confección de canastos, sogas y un sinfín de productos, completan la imagen del mundo rural insular. En la actualidad, la elaboración de elementos ornamentales en junquillo (Juncus procerus) como los que se presentan en este nuevo capítulo de Objetos de Colección del Museo Regional de Aysén, resultan interesantes por traernos una materialidad y técnica propia del litoral, en su condición de extensión del territorio chilote.

Uso funcional

Las piezas utilitarias elaboradas con fibra vegetal pueden dividirse en tradicionales -que se vinculan directamente con el mundo campesino y sus necesidades, como sogas, bolsas y canastos para recolección de papas o mariscos- y modernas, no necesariamente funcionales en la vida rural, sino más bien relacionadas con objetos ya existentes en la cultura occidental como pantallas de lámparas, alfombras, individuales, etc.

Es así como en el Archipiélago de las Guaitecas destacan dentro de las piezas utilitarias tradicionales, aquellas vinculadas con actividades de recolección y preparación de mariscos. Su uso implicaba el conocimiento de donde obtener la fibra y la técnica para elaborar piezas como canastos y sartas de cholga ahumada, entre otros.

"… se sacaba la cholga y se descargaba en unos canastos de junquillos o de voqui, y se cocían en tachos donde viene el petróleo, en esos tachos se cocían en un fogón y de ahí que se cocía la cholga y se empezaba a desconchar una por una y después se oreaba en un secador… y después se ensartaba con una aguja que se hacía de cobre y se usaba el junquillo, que era como el hilo y de ahí que ya estaba ensartado se amarraba por sarta, la sarta tiene cuatro patas y el paquete cinco sartas y eso se colgaba en los fogones…"

Entrevista a pescador artesanal, Melinka, 2005. En Marticorena, F. (2009). A pura memoria: conocimientos y significados de la naturaleza en las localidades de Melinka y Repollal, litoral norte de la región de Aysén.

Piezas decorativas

Hoy en día, la elaboración de estas piezas funcionales a disminuido significativamente, por el declive de estas actividades extractivas y el reemplazo por materiales plásticos. Sin embargo, las actividades turísticas, dinamizan la elaboración de piezas ornamentales aprovechando el conocimiento y destreza fundamentalmente de mujeres que hoy en día elaboran diversas figuras y elementos con junquillo y también con manila, fibra vegetal introducida que permite su cultivo y por lo tanto una cosecha más fácil.

Así aparecen figuras como las que presentamos hoy.

Se trata de una colección de figuras que llegan al Museo a través de una donación. Entre ellas se encuentran canastos, sirenas, peces y pájaros, que cumplen una función decorativa. Las piezas se encuentran confeccionadas en su totalidad por junquillo. Dentro de esta artesanía es posible también encontrar piezas donde el junquillo es teñido y algunas que incorporan otros materiales como nylon, lana y metales.